Los padres juegan un papel fundamental/determinante en el proceso enseñanza-aprendizaje de sus hijos ya que estos son sus principales educadores. Por lo cual es muy importante tener en cuenta y hacer participes a las familias de este maravilloso proceso.
En las competiciones es donde las emociones están “a flor de piel” y cada padre o madre lo vive de una forma diferente. Por lo que debe quedar claro cual es el papel de los padres en las competiciones para que sus hijos puedan aprovechar y vivir al máximo cada experiencia.
Por este motivo me centrare en el comportamiento que deberían tener los padres antes, durante y después de la competición:
1. Antes: Es muy importante ayudar a crear buenos hábitos a sus hijos como, por ejemplo:
– Que se levanten con suficiente antelación.
– Que desayunen a la hora correcta y comida saludable que les permita desarrollar la actividad física en las mejores condiciones.
– Que los propios niños sean los que se preparen la bolsa con el material deportivo necesario para el desarrollo de la actividad.
– Que sus hijos lleguen puntuales a las instalaciones.
De esta manera trabajamos unas rutinas que harán que los jóvenes deportistas sean más responsables en un futuro. No hay que darles las cosas hechas sino darles protagonismo y ayudarlos para que lo hagan ellos solos consiguiendo así jóvenes de cada vez más autónomos y responsables.
Antes de las competiciones también es muy importante el trayecto hacia las instalaciones que normalmente se suele hacer con los padres. Según el comportamiento del padre o madre hará que el chico tenga una actitud u otra para afrontar la competición por lo que se debe evitar:
– Dar consejos.
– Recriminar cosas tanto deportivas como familiares, escolares…
– Hablar del entrenador o compañeros…
Durante este trayecto se debe fomentar una conducta asertiva y agradable para que el chico se encuentre a gusto y pueda estar tranquilo y en consecuencia gane en seguridad y confianza para afrontar en las mejores condiciones la competición.
Por lo cual es muy importante que los padres sean capaces de reflexionar y valorar que es lo mejor para que sus hijos disfruten y aprendan practicando el deporte que más les gusta y para ello propongo esta herramienta:
2. Durante: Los padres deberían tener un comportamiento ejemplar y hacer uso de los valores adoptando así una actitud de espectadores en la que todo el protagonismo sea para los jóvenes deportistas y su “entrenador” y pongo al entrenador entre comillas porque el verdadero protagonista del proceso enseñanza-aprendizaje es el chico en el cual desarrolla todas sus capacidades y el entrenador debe adoptar el papel de guía en el proceso.
Por lo cual es muy importante que los padres:
– Controlen las emociones.
– Disfruten viendo a sus hijos.
– Sean educados y hagan uso de los valores.
– Animen con deportividad.
– Fijarse en las cosas positivas y ver los errores como una herramienta que permite seguir creciendo y aprendiendo.
– Valorar el esfuerzo de sus hijos por encima del resultado.
– Respetar a los adversarios, árbitros, otros aficionados…
– No dar instrucciones a sus hijos.
Todo esto ayudara a que los chicos puedan competir en mejores condiciones y más tranquilos y en consecuencia dar lo mejor de sí. De esta forma también conseguirán ser un buen ejemplo para los chicos en un futuro.
Una buena herramienta que os puedo aconsejar para trabajar y mejorar esto es la siguiente:
3. Después: Una de las cosas más importantes que deben hacer los padres siempre es felicitar a sus hijos después de las competiciones, felicitarles por el esfuerzo realizado y darles un abrazo independientemente del resultado su actitud debería ser la misma tanto en las victorias como en las derrotas.
Por tanto, los padres deberían:
– Respetar el espacio del chico.
– Esperar que sea el chico quien se acerque a ellos a no ser que haya una situación de urgencia y se deba transmitir al apoyo del padre o madre al instante.
– No forzar al joven deportista a hablar sinos que salga de él contar las cosas.
– Escuchar activamente.
– Evitar discusiones y recriminaciones.
– No premiar las victorias (se debe terminar esto de te doy 10 euros por gol marcado ya que estamos haciendo un flaco favor al chico o en función del resultado te compro esto o lo otro).
– Tener empatía, saber ponerse en el lugar del chico cuando explique sus vivencias.
– Dejar que la conversación fluya a partir de las necesidades del chico no de las del padre.
Estos comportamientos harán que los chicos aprendan a gestionar sus emociones y les ayudara a consolidar y mejorar su autoestima y autocontrol. También ayudara a los chicos a prestar más atención al esfuerzo que han tenido que hacer durante la competición y no al resultado.
Una buena herramienta para ayudar a padres y madres a llevar a cabo estos comportamientos después de la competición puede ser la siguiente:
Por lo cual hemos podido observar como el como el comportamiento de los padres y como gestionan sus emociones juega un papel fundamental en la educación y el crecimiento personal de sus hijos. Sobre todo, durante la competición que es cuando las emociones están más a “flor de piel” como se suele decir.
Es por este motivo que hago un llamamiento a todos los padres y madres para que reflexionen sobre el comportamiento que tienen y analicen si es el adecuado para favorecer el desarrollo de sus hijos y sobre todo que vean que pueden hacer para cambiar sus conductas para crear un ambiente adecuado que favorezca el desarrollo de los más jóvenes.
Fuente: JOAN MOLL MOLL