Los entrenadores deportivos profesionales, que organizan su sesiones de entrenamientos o que realizan sus estrategias de competencias enmarcadas dentro de una metodología específica o una estrategia ligada a la disciplina, el orden, la eficacia, entre otras; muchas veces se ven confrontados por situaciones que son opuesta a ella, como son las cábalas o las conductas supersticiosas, que acercan más a creer en el azar que en el desarrollo de las capacidades competitivas, es por ello que se debe trabajar para erradicar o eliminar las conductas supersticiosas o cábalas; con la finalidad que el deportista pueda desarrollarse plenamente, debido a que solo el trabajo diario y continuo hará que se perfecciones las habilidades y destrezas de un jugador.
La conducta supersticiosa hace referencia al hecho de que al realizar una acción o conducta y esta va seguida de cerca por un reforzador positivo, el individuo tendrá la tendencia de repetir esta misma conducta. En el caso de un deportista pueden observarse múltiples ejemplos, desde el utilizar un mismo short en cada juego a realizar una misma rutina antes y después de un partido o inclusive en un entrenamiento. En el caso del fútbol, desde todos sus niveles (infantil, juvenil o profesional) se puede observar en la mayoría de los jugadores, entrenadores o hinchas, una repetición constante de sus conductas con el propósito de conseguir un buen resultado como si fuera la única y correcta forma para conseguirlo, estas conductas se pueden entender y comprender a través de la teoría de las atribuciones.
Tanto el entrenador como el jugador debe tener conciencia del significado de las atribuciones, así como de sus teorías; en estas se busca que la atención del jugador se centre en su capacidad de acción individual y colectiva, es decir en las habilidades y destrezas más que en los factores externos que pueden distraer su enfoque principal durante un juego y así la dependencia de los resultados se basara en el entrenamiento y desarrollo de sus competencias.
Es un proceso que los entrenadores deben de empezar a trabajar en las etapas infantiles, para no crear en los pequeños esa falsa ilusión que da el azar y la casualidad, por esta razón exponemos en este trabajo el concepto de la teoría.
Una atribución es la exploración de la causa de un acontecimiento; es decir, es la búsqueda para dar explicación de dicho acontecimiento, comportamiento o conducta. En el caso del deporte se puede observar como la búsqueda de las respuestas a las siguientes interrogantes ¿Porque ganamos? ¿Porque perdemos? ¿Por qué de nuestro éxito o fracaso? ¿Fueron mis acciones y pensamientos lo que determinaron el resultado o fueron los factores externos? ¿Fue el trabajo en equipo lo que genero este resultado?
Las teorías de la atribución estudian las causas de los comportamientos tal y como son percibidos por los individuos, así como las consecuencias que conllevan tales percepciones subjetivas influenciadas por nuestras creencias, inclusive experiencias previas. Estas teorías se centran en el presupuesto que el deportista es un procesador activo y mediador de la información, donde es habitual que se mantenga en la búsqueda de estas explicaciones durante su vida (Hogg, y Vaughan, 2008).
Según Moreno, García, Caballero, Suarez, y Laffond, (2012) basándose en la teoría de Atribuciones de Weiner existen tres tipos de Atribuciones:
- Atribución Causal: El deportista se preocupa por entender el éxito o el fracaso, mediante la búsqueda elaborada de las causas de un acontecimiento, la misma puede ser tanto interna como externa a él.
- Atribución Disposicional: El deportistas se preocupa más por saber cómo es realmente la persona o el equipo con el que tiene que competir.
- Atribución de Responsabilidad: Los deportista se pregunta hasta qué punto es responsable de un acontecimiento o evento.
Existen situaciones que generan atribuciones con mayor facilidad y de forma más espontánea que otras por ser de forma cognoscitiva de la motivación. Lo inesperado o lo inusual así como el fracaso o el hecho de no conseguir las metas propuestas generan en los deportistas la necesidad de explicar sentimientos o afectos producidos por estos mismos acontecimientos generando así que el deportista haga atribuciones sobre el porqué de cada una de ellas (Woolfolk, 2006).
Una de las preguntas que más se hacen es el ¿Por qué y para qué hacemos atribuciones? Para esta existen respuestas muy simples y sencillas sin dejar de ser lo suficientemente explicitas.
- Para controlar nuestro entorno.
- Para mantener, mejorar y proteger nuestra autoestima personal.
- Para conseguir un auto presentación positiva ante los demás.
Por otro lado según Moreno y cols. (2012) usando la teoría de Weiner las atribuciones son capaces de general distintos resultados; a continuación se expondrán y se ejemplificaran con sucesos que pasan en el ámbito futbolístico:
Locus de causalidad (internas o externas): Determina los sentimientos del deportista ante el resultado obtenido.
Ejemplo: su primer encuentro de la temporada el jugador se despierta temprano, desayuna bien, se mantiene concentrado antes de la competición y tiene un buen rendimiento durante el juego, luego se siente satisfecho con su trabajo y por ello considera que debe repetir la misma rutina el próximo partido.
Estabilidad (estable o inestable): Determina las expectativas del deportista para sus futuras acciones.
Ejemplo: El futbolista luego de haber jugado varios partidos con resultados negativo, y en el cual participo el mismo árbitro principal, tiene la creencia que si ese mismo arbitro le vuelve a pitar perderán el partido.
Así como existen situaciones negativas o de fracaso también se pueden encontrar situaciones positivas o de éxito; ejemplo sentirse de 4 formas diferentes cuando analiza la causa:
- Se atribuye la causa a aspectos que dependen directamente a él (factores internos). Ejemplo: Entrena bien, se concentra, llega motivado, y siente que esta físicamente bien. Así como no durmió bien o estaba distraído.
- Se atribuye la causa a aspectos que no dependen de él (factores externos). Ejemplo: Considera que hacía mucho calor, la cancha estaba mal, el árbitro estaba en su contra, o por el contrario el público los alentó.
- Se atribuye la causa a aspectos que son estables, y son causas que a través del tiempo no varían considerablemente. Ejemplo: La habilidad, si jugamos sábado en la mañana ganaremos, de visitantes jugamos mejor.
- Se atribuye la causa a aspectos inestables; es decir, que variaran a través del tiempo. Ejemplo: La “suerte”, nunca le podemos ganar a ese equipo, hoy nos salía todo bien.
La controlabilidad: Es donde el deportista atribuye la causa a un hecho controlable, esto le producirá buenas expectativa futuras y su grado de motivación será óptimo para afrontar nuevos retos Ejemplo: Considera que hicieron un buen trabajo en la semana, los entrenamientos les dio confianza en el trabajo de equipo.
Por todo estos motivos el papel del entrenador es sumamente importante, centrándose en la tarea de superación del deportista y hacer las cosas correctamente, más que en la búsqueda de las victorias (aunque esto sea importante en el deporte de elite); lo cual hace mantener un buen nivel de expectativas incluso cuando hay fracasos, produciendo emociones positivas independientemente del resultado (lo importante es el esfuerzo y la dedicación del deportista).
La implicación más importante del entrenador es hacer entender al deportista, la importancia del esfuerzo y dedicación en cada uno de sus entrenamientos y competiciones; lo cual provocaría unas emociones positivas en él, ya tan solo por el hecho de darlo todo, independientemente del resultado.
Un aspecto que no deja de ser importante son las reacciones conductuales ante el fracaso; en psicología es mejor conocida como la indefensión aprendida. Donde se indica que es una de las consecuencias más graves que puede acarrear el no responder de forma adecuada ante los fracasos, y que tiene graves consecuencias conductuales como es el caso de la depresión, la ansiedad o el estrés (Williams, 1991).
Según Williams (1991) la indefensión aprendida tiene más probabilidades de darse cuando el deportista piensa que las causas de las derrotas son:
- Internas: Genera auto-culpabilidad y emociones muy negativas.
- Estables: No se pueden cambiar las causas en un futuro próximo.
- Globales: El fracaso se generaliza más allá de una situación particular.
- Por ultimo las reacciones de los deportistas ante esta situación pueden ser las siguientes:
- Pensamientos de que sus actuaciones y esfuerzos no producirán el resultado deseado.
- Pensamientos de que ese fracaso o derrota es inevitable.
- Falta de confianza en su propia habilidad.
Conclusiones finales:
Si bien es cierto que el deporte, y más el fútbol, tiene consigo mucho folklore, muchas creencias supersticiosas o cábalas que son muy difícil de erradicar y más cuando han sido bien reforzadas por los resultados obtenidos, que han hecho del deporte una pasión y le ha dado una personalidad la cual pareciera ser necesaria, no podemos dejar de lado el explicar estas teorías y la importancia que tiene a los actores del deporte; y que tengan claro las implicaciones positivas y negativas que esta conlleva, pues asumimos los acontecimientos de manera errada en la mayoría de los casos, y esto nos limita a perfeccionarnos, estamos convencidos que el manejo de este tema traerá consigo una nueva visión de las causas de nuestros resultado y a partir de ahora el foco de atención será en los puntos correctos para nuestro mejoramiento deportivo tanto físico como mental.
Resulta sumamente importante el saber que existen distintos factores o agentes que influyen en el rendimiento de un jugador y que estos pueden afectar el trabajo de toda la semana en los entrenamientos resalta la importancia de conocer a profundidad al individuo y al colectivo. Ya que no son solo los factores internos los que van a general el desempeño del jugador si no también factores externos ajeno al individuo pasan formar parte del juego.
Como entrenadores debemos realizar un trabajo exhaustivo para descubrir estos factores que intervienen en nuestros jugadores para poder manejarlos, trabajarlos y lograr que su efecto negativo se convierta en un factor positivo o que estos no influyan en el rendimiento del jugador para que no dude de sus habilidades y destrezas como futbolista.
Autor: DT. Ramón Cristaldo.
Referencias Bibliográficas
Hogg, M. y Vaughan, G. (2008). Psicología Social. (5ta Ed.). Madrid: España. Panamericana.
Moreno, J., García, A., Caballero, J., Suarez, P. y Laffond, B. (2012) Psicología de la Personalidad. Madrid: España. Uned.
Williams, J. (1991) Psicología Aplicada al Deporte. Madrid: España. Panp.
Woolfolk, A. (2006). Psicología Educativa. (9na Ed.). México DF. Pearson Educación.