Hoy tenemos el placer de inaugurar una nueva sección en abcdelfutbol.com y no lo podíamos hacer de mejor forma que con una entrevista a Rodolfo de la Rubia.
Nuestro entrevistado conoce a la perfección lo que significa ser un entrenador de fútbol base, sus 25 años de experiencia profesional en el fútbol de formación a todos los nivel así lo demuestra. Rodolfo ha entrenado y dirigido al máximo nivel competitivo equipos de la cantera del Real Madrid y Atlético de Madrid y actualmente se encuentra al frente de la Academia NAF San Gabriel como Director Deportivo.
¿Qué valores consideras son importantes y cuales encuentras en el fútbol?
Para mí no hay duda que el fútbol es una analogía de la vida y todo lo que te enseña tiene su transferencia al ámbito personal. Valores como el trabajo constante, el esfuerzo, la amistad, el orden, el liderazgo, el compañerismo, el compromiso, el respeto…Valores que lo son todo.
Incluso yo digo a veces que mejora los sentimientos, por ejemplo el de «venganza», la venganza en la vida personal es algo nada recomendable sin embargo en fútbol se transforma en «revancha», la revancha sujeta a unas reglas, a unos límites, es un valor que el fútbol puede hacerla legítima, es una forma de mejorar la capacidad competitiva.
Ya lo decía Bill Shankly, «El fútbol no es una cuestión de vida o muerte, es algo mucho más importante que eso»
¿Estas dispuesto a trasmitir estos valores en la formación de los niños, niñas y adolescentes?
Llevo 25 años tratando de hacerlo y ahora con la responsabilidad de la dirección de una Academia de fútbol, aún más.
¿De qué manera intentas hacerlo?
Fomentamos el entrenamiento de esos valores además de dedicarnos a la que es nuestra principal actividad, enseñar a jugar a fútbol. Lo fomentamos valorando la parte humana del futbolista, premiamos trimestralmente a aquellos alumnos que han reunido más gestos de calidad humana durante los entrenamientos y los partidos, y lo hacemos no solamente con un detalle material sino con la escenificación de una ceremonia de reconocimiento al jugador en cuestión. Cuando los compañeros del premiado ven cómo es agasajado verbalmente y reconocido por el staff técnico, se genera en ellos un sentimiento de quererlo para ellos mismos. Nos funciona, después de 3 años haciéndolo, lo vamos comprobando.
¿Qué señales te dan los niños, niñas y adolescentes que estás haciendo bien tu trabajo de formación?
Como decía en la pregunta anterior, lo comprobamos viéndoles crecer futbolística y personalmente. De todas formas, siempre digo que los futbolistas están con nosotros apenas 4 ó 5 horas a la semana, el resto del tiempo lo pasan en el colegio y sobre todo con la familia. Educarles con buenos valores es responsabilidad de las familias, nosotros solo tratamos de complementar su formación en el aspecto humano.
¿Cómo mantienes la relación con los padres?
La relación con los padres la mantengo de forma cordial. Siempre estoy abierto a cualquier sugerencia, crítica constructiva y a cualquier aportación que nos proporcione mejora. Trato de ponerme en su lugar porque yo también sería reivindicativo cuando se trata de la formación de mis hijos.
¿Cómo calificas la ayuda de los padres en el proceso formativo de sus hijos?
Fundamental, primordial. De hecho, es obvio que la responsabilidad es de ellos y que los entrenadores solo podemos ayudarles en ese proceso formativo. Aunque suene un poco duro creo que los jugadores deberían venir casi educados de sus casas o al menos, suficientemente encauzados hacia esa buena educación.
¿Qué errores consideras más comunes en la formación de los niños, niñas y adolescentes en el fútbol?
Sin lugar a dudas, que éstos estén en manos de entrenadores discretamente ejemplares o inapropiados para la enseñanza deportiva y personal. Mayor error considero que los padres lo consientan. En este error, son los progenitores quienes tienen la mayor responsabilidad.
Por otro lado, considero un gran error por parte de aquellos clubes que antepongan el rendimiento deportivo prematuro del futbolista en formación a la proyección a mayor plazo que puedan tener éstos. Para mí es un gran error poner la competición como fin y no como complemento a la formación.
¿Qué crees que es lo mejor del fútbol de formación?
La transferencia, que decía al principio, de los valores que sirven para la vida personal.
Y para un entrenador, la mayor satisfacción es comprobar la evolución personal y futbolística de los jugadores que ha tenido en algún momento bajo su responsabilidad.
Podrías recordar algún entrenador que te haya marcado en tu etapa como jugador en formación y ¿por que este en especial?
De las experiencias se aprende, tanto de las malas como de las buenas. Aprendí de un entrenador que tuve en el Juvenil del Real Madrid que el futbolista necesita atención en la faceta humana, necesita cariño y que un entrenador nunca debe ser intencionadamente injusto.
Sin embargo, de Antonio Mezquita, entrenador que me fichó para el Real Madrid con 13 años, me marcó por su humanidad para dirigir futbolistas en formación incluso teniendo la obligación que te impone el club de ser exigente en la faceta competitiva aun tratándose de jugadores en etapa de formación. Antonio Mezquita me enseñó a valorar a la persona por encima del futbolista, entrenar humanamente al jugador de fútbol para conseguir el mejor aprendizaje de él y que todo lo que aprenda pueda servirle para su vida también fuera de los terrenos de juego.