En primer lugar pondría la paciencia de los padres. Muchos desean que sus menores hijos adquieran las técnicas y conceptos del fútbol en un muy corto tiempo, lo cual es imposible;sin entender que es un largo camino, un proceso de formación que va desde los 5 hasta los 13 años aproximadamente.
En segundo lugar es la liberación del estrés competitivo en esta fase de formación. Los padres deben saber que sus hijos desean divertirse, jugar con sus amigos espontáneamente y pasarla bien. En esta edad, los resultados de los partidos deben quedar en un segundo plano y valorar en mayor medida el esfuerzo desplegado, su voluntad de juego y sus avances logrados.
En tercer lugar y no menos importante que los anteriores, es el entrenamiento de actividades propioceptivas (consciencia de la propia postura corporal con respecto al medio que nos rodea) y habilidades coordinativas (diferenciación, acoplamiento,ritmo,equilibrio,orientación, relajación),las cuales están íntimamente relacionadas con el sistema nervioso y se deben desarrollar a temprana edad. Estas cualidades bien entrenadas, permitirán al niño realizar en el tiempo movimientos técnicos con precisión, economía y eficacia,lo cual repercutirá directamente en su buen rendimiento deportivo.
Finalmente tomando en consideración lo antes mencionado, articulado con un buen trabajo técnico (dosificado y no único), el niño transitará su fase formativa satisfactoriamente, lo cual le brindará y garantizará una riqueza motriz y mental, que le permitirá ingresar al mundo competitivo con mayor confianza en busca de sus adorados sueños.
Fuente: www.emzosports.org
Autor: Lic. Ludwig Padilla